Su desaparición sin homicidio física lo convierte en un precursor de la resurrección y en una figura de esperanza y consuelo para los creyentes. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta. En esquema, la "Traducción https://richardr257xaf6.blogaritma.com/profile